Entrevista a Lorena Natalini

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La combinación de bellas ilustraciones y una historia agradable, cargada de dulzura, componen un libro perfecto para los niños. El lucero guardián de Lorena Natalini, es una historia perfecta para leer a los niños antes de ir a dormir. Escribir para niños, es obvio, no es lo mismo que escribir para adultos y tienen una gran importancia en el momento de desarrollar la capacidad de imaginar y la curiosidad. Exedra Books entrevisó a Lorena Natalini, argentina radicada en Panamá, que estará visitando Exedra el próximo sábado.

-Exedra Books: ¿De dónde surge la idea de escribir El lucero guardián?

-Lorena Natalini: Desde pequeña, siempre tuve en el cielo una estrella, que para mis ojos brillaba más que las demás. La llamaba mi Lucero, me sentía protegida por él, de allí nace mi intención de contar a los niños La historia del Lucero Guardián, siempre con el deseo de llegar al corazón de los demás.

-E.B:¿Qué es lo más difícil de escribir para niños?

-L.N: Creo que no es difícil escribir para niños, todo depende de lo que se quiera lograr, si hablamos de llegar a la imaginación y al corazoncito de los niños, desde mi interior no lo veo difícil, ahora cuando se hace desde lo comercial, si puede resultar más difícil.

-E.B: La ilustración del libro es bellísima, ¿Cómo fue trabajar con el ilustrador a cargo?

-L.N: El ilustrador es Irám Torres, el Lucero Guardián fue nuestra primera experiencia, Irám logró captar mi mensaje y tuvo la paciencia que yo necesitaba para lograr exactamente las ilustraciones que había soñado para mi libro.

-E.B: ¿Qué espera que se despierte en los lectores de su libro?

-L.N: Mi deseo es que cada niño que lea EL LUCERO GUARDIÁN, deje a un lado los miedos, que sientan que siempre hay alguien en el cielo que nos cuida y protege, mi deseo es despertar esos sueños que duermen en el interior de cada uno, El Lucero Guardián es un libro que trasmite amor, porque fue hecho con mucho amor.

-E.B: El libro reivindica la tradición de contarle historias a los más pequeños, en este caso lo realiza el abuelo. ¿Cuán importante cree que es, en estos tiempos, volver a incentivar la imaginación de los niños?

-L.N: Tan importante es volver a las raíces, yo recuerdo a mi abuelo contándome el cuento, Caperucita Roja, lo contaba con tanto amor, que para mí sonaba distinto cuando no era de su voz.

La tecnología se ha llevado momentos de la niñez que pueden ser inolvidables para nuestros hijos, lo bueno es que siempre se puede regresar y rescatar esos momentos.

Quiero compartir las palabras, de Mariana Brahim, ella es psicopedagoga y esta es su reflexión respecto a mi libro:

El Lucero Guardián es un libro que puede haber sido vivido por cualquier niño o niña, pues si bien es una historia de fantasía nos refleja la vida cotidiana que muchos pudimos vivir en nuestra infancia, así como también invita a los niños a acercarse a las cosas simples que los rodean en este mundo en que cada vez somos más tecnologizados, nos pasamos el día rodeados de aparatos electrónicos, que nos “simplifican” la vida, y si se va la electricidad creemos que nada peor puede suceder…
El Lucero Guardián nos invita a volver a ver la naturaleza en vivo y en directo “full HD”

-E.B: El libro contiene estrellas y un marcador originales que apoyan esta historia. ¿Por qué cree que estos elementos también complementan la experiencia de lectura?

-L.N: A los niños les encanta tener un plus, siento que se acercan más a la historia y los personajes, es mi manera de demostrarles mi cariño y que recuerden siempre El Lucero Guardián.

-E.B: Muchas veces no se le da la importancia a la literatura infantil como se lo merece, por la influencia que tienen en los niños. ¿Qué opina al respecto?

-L.N: Los niños de hoy son los lectores del mañana, ellos son el comienzo, su imaginación y su creatividad se despiertan con la lectura, los padres debemos apoyar e incentivar a los niños a incorporar la lectura como un juego más y vivir cada historia con mucha emoción.

-E.B: ¿Tiene pensado escribir más libros?

-L.N: Sí, claro, es algo que nunca voy a dejar de hacer, escribir es mi pasión. Ya terminé mi segundo libro infantil, ahora estoy trabajando una novela juvenil y próxima a publicar mi primera novela contemporánea de nueva era.

-E.B: ¿Cuáles eran sus libros preferidos cuando era niña?

-L.N: Los cuentos tradicionales como: Caperucita Roja, Los tres cerditos (amaba este libro, recuerdo que al día siguiente jugábamos con mis primos) ,pero Platero y yo es el libro que marco mi infancia.

-E.B: ¿Cómo se construye una historia para niños? (en cuánto a estructura, elaboración de personajes)

En principio no me guio por parámetros, solo lápiz y papel y allí comienzo a escribir la historia imaginada, la cual corrijo varias veces hasta que esta lista, luego la dejo reposar y al retomarla hago sus cambios. El siguiente paso es trabajar con la portada y las ilustraciones junto al ilustrador a quien le trasmito lo que deseo en cada imagen. Mis historias tienen como objetivo dejar un mensaje, que cada historia deje una huella en aquel que la lee.

 

Entrevista para Rosario Arán para Exedra Books

 

LA AUTORA ESTARÁ VISITANDO EXEDRA BOOKS EL PRÓXIMO SÁBADO 18 DE OCTUBRE, DE 1PM A 3PM, PARA LLEVAR ADELANTE UN CUENTA CUENTOS Y PUEDAS LLEVARTE TU EJEMPLAR FIRMADO.

«En el fondo escribo para saber qué y por qué escribo»

RodolfoRabanalEl nombre de Rodolfo Rabanal, durante un tiempo, ha pasado desapercibido. Sin embargo, aquellos nostálgicos de la buena escritura del siglo XX -donde convivieron los mejores autores que  hoy sabemos y reconocemos que han cambiado a la literatura- pueden recordarlo por haber logrado tener un best seller, con una cifra de ejemplares bien considerada para la época. El reconocimiento le llegó con Un día perfecto y su obra se amplió hasta alcanzar el día de hoy, cuando su país -Argentina- volvió a reseñarlo, a mencionarlo y a valorizarlo con su último libro, un volumen que recopila las anotaciones de Rabanal durante años, incluyendo los más dolorosos de la historia de su nación.

Rabanal nació en Buenos Aires y se formó como periodista, donde cumplió varios roles desde corresponsal, jefe de redacción y columnista. Fue Subsecretario de Cultura de la Argentina durante el gobierno de Raúl Alfonsín, el primer gobierno democrático luego de la dictadura más cruel que sufrió su país. Obtuvo las becas Fullbright y Guggenheim, además de premios que reconocen su trabajo como escritor. Su obra incluye títulos como El apartado, Un día perfecto, El pasajero,  En otra parte, La vida brillante, El héroe sin nombre. Además ha sido traducido al francés, al inglés y al polaco.

Exedra Books pudo entrevistar, vía e-mail, a un escritor argentino profundo, en cuyas novelas se encuentran personajes desafiantes para el lector, de una elaboración cuidada y con alta calidad narrativa que exige en su lectura.

-Exedra Books: En más de uno de sus libros, los personajes se encuentran en el extranjero o en una situación de tránsito. ¿Cómo se construye un protagonista desde lo extranjero, desde su contraposición con otras culturas?

-Rodolfo Rabanal: Hay dos elementos centrales para la construcción de ese tipo de protagonismo: la extrañeza y la confrontación. Pero hay que aclarar que cada vez que el sujeto novelístico observa su propia realidad «se confina» a una especie de margen, o sea que da un paso al costado y entonces su propio medio pasa a ser extraño o extranjero y adquiere así un relieve sorprendente. En «El Apartado», mi primera novela, el personaje central vive sus días desde una extrañeza teñida de enigmas y hasta tal punto es así que su propia ciudad -Buenos Aires- es percibida como un lugar ajeno, desconocido y naturalmente peligroso.

-E.B: ¿Cómo cambió su escritura después de los años vividos fuera?
-R.R:  No sabría decirlo con exactitud, posiblemente adquirí una conciencia más aguda sobre mi propia lengua y en algunos casos (por ejemplo, en las dos novelas «norteamericanas» El Pasajero y En otra parte) traté de experimentar con el sonido o la resonancia del inglés pero escribiendo normalmente en español, sobre todo en»En otra parte». En todo caso, hay en esos textos una velocidad sintáctica y una concentración de sentido que va generando un ritmo de algún modo asimilable al habla norteamericana. Pero, en rigor, no siento que vivir en el extranjero haya cambiado mi escritura porque en muchos sentidos es como si jamás haya salido de Buenos Aires.
-E.B: Si hay algo que se destaca en toda su obra literaria es la profundidad de la esencia humana de los protagonistas. Quizás no se expone de manera tan obvia el viaje interior que hacen durante el transcurso de la novela. Es una evolución sutil. ¿Cómo elabora una trama tan compleja y que lleva un adelante aspectos tan frágiles en cuanto al ser humano?
-R.R: Si yo pudiera responder esta pregunta… Bueno, si lo supiera no escribiría porque en el fondo escribo para saber qué y por qué escribo.  Sobre todo, me dejo llevar como si se tratara de música, voy entrando en las palabras y buscando las más justas (es una ilusión,por supuesto) y en ese tránsito se va tejiendo la trama y dibujando -tenuemente- el caracter, el personaje, etc. Por otro lado, tengo la sospecha de que siempre hablo de mi mismo o de algo que se parece a las distintas variables de mi propia persona. Lo cual, por supuesto, no quiere decir que sea autobiográfico. Me aburriría serlo.
-E.B: Su forma de escribir posee un humor tan fino que puede pasar desapercibido. Y sin embargo, lo que queda en el lector es de gran profundidad, es efectivo. ¿Cómo describiría su manera de contar historias?
-R.R: Me parece que en la respuesta anterior digo algo sobre mi forma de escribir y tiendo a creer, aunque puedo estar profundamente equivocado, que una buena parte de mí se deja llevar por el azar a partir de una idea, una figura, una imagen o una frase cualquiera que oí o imaginé en alguna parte en algún momento.Rara vez tengo una historia entera que contar, básicamente no creo en esas cosas, para eso está el periodismo. Creo en situaciones cambiantes, paradójicas, plagadas de contradicciones irresolubles a las que, sin embargo, no hay más remedio que llevarlas adelante y vivir con ellas. Por eso, al escribir, me tienta negar o poner en duda lo que acabo de afirmar o bien lo contrario. Es un juego.
-E.B:¿Qué autores lee?
-R.R: En realidad, estoy muy poco actualizado. Sigo leyendo a Borges, a Beckett, a Lowry, he leído  a John Cheever y a Philip Roth y, sobre todo, a los poetas como Eliot, Pound, Rilke, y algunos preferidos en español. Sigo leyendo a los griegos y a Dante y me atrapan pensamientos como el de Wittgenstein y Foucault. Con mucho interés leí a Sebald, notable desde muchos puntos de vista, también a Thomas Bernhard, principalmente «Trastornos».
-E.B: ¿Qué es la escritura para usted?
-R.R:  En una buena medida, es mi forma de estar en el mundo, mi forma de ser en él, aunque es verdad que dedico más tiempo a leer que a escribir. Leer me permite imaginar ciertas perfecciones que jamás alcanza mi escritura, porque la escritura siempre es una forma activa del fracaso mientras que la lectura no lo es nunca, o casi nunca.
-E.B: Es considerado uno de los mejores escritores de su país del siglo XX y sin embargo mantiene un perfil bajo, incluso hasta puede decirse que no se lo reivindica como se debiera hacer. ¿Es una elección personal no sumarse a una exposición masiva?
-R.R: Bueno, realmente, jamás cultivé la exposición masiva, creo que no supe hacerlo ni sé hacerlo ahora y tal vez ocurra que lo que yo escribo no se presta a ese tipo de vidriera. Lo que importa es escribir más allá de toda expectativa mundana. Que se me considere en esta entrevista como uno de los mejores escritores argentinos del siglo XX no ha dejado de ser para mí una gran sorpresa.
-E.B: Hace poco publicó un nuevo libro que recopila sus pensamientos anotados en libretas a lo largo de los años. ¿Tiene pensado publicar alguna nueva novela?
-R.R: Ahora mismo estoy tratando de descubrir qué cosa estoy escribiendo porque me muevo entre la ficción y el ensayo confundiendo los géneros en una especie de trama novelesca que no es sin embargo una novela. Francamente, estoy muy intrigado.
-E.B: ¿En que otro escritor se ve reflejado (desde los temas que tocan hasta la manera de escribir?
-R.R: En realidad, no lo sé, créame.
-E.B: ¿Cómo ve a la literatura mundial actual? ¿Y cómo ve lo que consumen hoy los jóvenes?
-R.R: Me temo que abunda una cierta facilidad estructural favorecida por la idea del mercado.
-E.B: ¿Qué autores centroamericanos ha leído y puede recomendar?
-R.R: Como le dije antes, lamentablemente estoy muy poco actualizado sobre todo en el género de las ficciones.
-E.B: Argentina nunca ha tenido un Premio Nobel, ¿Quién le gustaría que lo ganara, de su país?
-R.R: Efectivamente. Nunca tuvo uno. Sobre todo, jamás se lo otorgaron a Borges, una alta injusticia infringida a las letras, por lo tanto es difícil (para mí, al menos) entender la íntima mecánica de ese premio y de ahí suponer o conjeturar sobre quien podría merecerlo.
Rabanal es de esos escritores jugosos y demandantes en cuanto a su lectura. Se trata de una narrativa compleja pero que es una lección de escritura por donde se lo mire. Si calificar a alguien como un muy buen escritor y que cumple con todos los parámetros para ser considerado un gran talento, es Rodolfo Rabanal uno de los referentes de este concepto.

Por Rosario Arán (para Exedra Books)

Tenemos El Pasajero disponible en Exedra Books, por Rodolfo Rabanal.

«Que el cuento les diera algo de que hablar, era lo que buscaba»

eoCapitánMáximus

La autora panameña participó de la Feria del Libro República Dominicana 2014.

Eunice Obaldía ofrece algo más que cuentos en su libro Capitán Máximus. Incentiva al debate, a la conversación y al intercambio de ideas, opiniones y experiencias de los niños. La metodología, una vez planteada, parece muy sencilla pero para esta escritora panameña de cuentos infantiles significó poner en movimiento todo un sistema de elementos que captaran la atención de los niños. En esta entrevista, Obaldía amplía el universo en donde se desarrollan sus historias y la difícil tarea de escribir para los más pequeños.

Giorgio y Zoe protagonizan las historias que siguen un línea de tiempo. Él es vecino de ella, estudiante de intercambio de Francia en Panamá. La llegada de perros de distintas razas los invitan a nuevas aventuras donde la naturaleza está presente en todo momento.

-Exedra Books: ¿Cómo nacieron los dos personajes principales: Giorgio y Zoe?

-Eunice Obaldía: Capitán Máximus es un proyecto muy personal, en realidad me había dedicado a investigar ciertos eventos en Asia, ya que inicié escribiendo en primera instancia una novela. Pero en un taller de cuento, debía escribir una historia que reuniera varios elementos de este género literario,haciendo ese trabajo es como nace el primer capítulo de Capitán Máximus y, luego, no pude parar. Lo que me había propuesto escribir en algún momento después de la novela, pensaba yo, algo para niños, dedicado amis hijos, inició en ese preciso momento sin proponérmelo; simplemente salieron las historias. Así fue que llegó primero el niño Giorgio, la historia gira en torno a su mundo creado por su pasión a la ciencia; luego, Zoe, una compañera llena de cualidades para compartir las diferentes aventuras sin dejar de tener ella su propia historia. Sin embargo, debo agregar a Capitán Máximus, un golden retriever, como un tercer personaje principal, quien es el animal que los inspira en muchos de sus proyectos.

De los personajes, Obaldía no puede escoger uno como su favorito.  «No pudiera calificar alguno como mi favorito, Giorgio y Zoe cada uno es especial. Incluso los canes, la razón de ser cinco diferentes razas, representa lo diferente que somos entre cada círculo social, pero hasta en esos círculos podemos aceptarnos como somos o encontrar una amistad leal como la de un can hacía un humano», explica.

-E.B:  Si bien el libro está dividido en ocho cuentos, las historias allí contadas siguen una línea de tiempo (la llegada de Zoe hasta el regreso a Francia). ¿Por qué decidió darle cierta continuidad a los cuentos?

-E.O: Al crear a Zoe siguiendo lineamientos del cuento infantil hay momentos en la historia que no podía crearla sin una raíz que pudiera quedar plasmada en el lector de ese público. La historia seguía fluyendo y me pareció genial no sólo que apareciera como una compañera sino saber más de ella y como estos chicos por afinidad en los conocimientos de la ciencia aprendían cada día simplemente jugando, ella debía tener su propia historia. Desarrollan una amistad sólida que los lleva a compartir ambasculturas, la pasión por algo en el futuro y aprecio por lo que cada uno eracapaz de hacer. Y por eso la historia no acabará allí, continuará.

Cada cuento cierra con una página que invita a la conversación entre los niños, a través de una serie de preguntas que los incentiva a poner en funcionamiento su pensamiento con análisis de las situaciones y una evaluación de la propia experiencia en ciertas situaciones. «Me gusta escuchar conversar a los niños entre ellos y cuando le pones temas específicos es todo un viaje de interacción y más que nada imaginarme a los niños en ese desarrollo ya sea con los papas o en grupos sería un momento agradable para ellos. Ver crecer a un niño, y compartir con ellos opiniones, escucharlos cómo te cuentan algo, saber qué les preocupa, descubrir lo que les da risa, lo que les interesa, para mí es increíble esos minutos que atrapas su atención. Que el cuento les diera algo de qué hablar era la reacción que buscaba», argumenta esta autora panameña en relación a la reacción que buscaba con los interrogantes al final de cada historia.

Las ilustraciones del libro fluyen con una narración entretenida. De gran importancia para la mentes jóvenes, Obaldía trabajó con un equipo que, en su conjunto, logró un espectáculo visual encantador. La pintora Marta Noemí Noriega,  Silvia Fernández-Risco de Rasiri Ediciones  y el arquitecto Vicente Pinillo lograron un acabado perfecto para un libro infantil.

Una tarde de té y de sorpresa es el cuento que, admite, disfruto mucho escribir. «Me sonreía cuando escribía sobre el alcalde Bombo», comenta y aclara que «cada historia fue muy fluida» a la hora de sentarse a redactarla. Sin embargo, los niños tienen preferencia por Tuercas, las naves y los acertijos.  «Se creó la nave exactamente como lo indica la narrativa para que el lector por unos segundos viviera la magia de este cuento. Esta historia fue muy bien recibida y en la presentación del libro,la historia se representó mediante una obra teatral corta», cuenta.

-E.B: ¿Cuáles son las ventajas de escribir para niños? ¿Es más fácil o más difícil que escribir para adultos?

-E.O: Uno puede pensar que para niños es más sencillo, sin embargo, hay que cumplir con algunos lineamientos y en el camino vas conociendo que no es solo contar una historia fantástica que los pueda enganchar sino que realmente está guiada a un grupo que al recibir esas palabras lleguen positivamente, inicias el recorrido y cierras como un círculo o puede quedar abierto pero de manera clara, pienso sería una ventaja de escribir para niños, el grado de dificultad sería ir con cuidado, ya que en otro género puedes subir y bajar los niveles de emociones, al final, la interpretación del lector puede ser un tema de debate pero para niños, ese tema de debate debe procurarse estar basado en un material tipo puente o bien planteado.

-E.B: ¿Qué elementos, como escritora, debió priorizar en una narración pensada para los chicos?

-E.O: Prioricé en los géneros. Giorgio y Zoe llevarían la historia siendo capaces ambos, teniendo cualidades geniales ambos, con ideas fenomenales ambos. Ambos podían ser un gran equipo. Niño y niña pudieron ser buenos amigos y tuvieron sus espacios pero también pudieron compartir de manera neutral cualquier actividad.

Un escritor infantil debe, por inercia, volver a las raíces. ¿Qué leía Obaldía de pequeña? «Crecí con la colección El país de los cuentos de Ed Froebel. Más que un cuento de preferencia yo tuve un escritor favorito norteamericano llamado Thornton W. Burgess», responde. El autor de Fábulas del Verde Bosque tiene personajes variados y moralejas que han dejado una impronta. «Las historias de los animales siempre me han gustado», dice. Y no queda duda alguna, Capitán Máximus es un libro infantil sensible, cargado de valores positivos y que reencuentra a la autora con los gustos que se han extendido desde la niñez hasta ahora.