Todo lector, debe confesar a su pareja, que siempre va a tener que enfrentarse a la existencia de un amante. Se llama Libro. La abstracción completa de la realidad, la necesidad de el espacio silencioso para poder llevar a cabo la lectura, un egoísmo natural que pide a gritos tiempo de separación y de soledad. Sí, y la pareja puede aceptar esas condiciones o retirarse pues la amante importa más.
Todo lector, a dónde sea que vaya, guarda en su maleta un objeto que no puede faltar. Se llama Libro. En una cultura opuesta, en frases en otro idioma que nos es desconocido, en el aislamiento que significa el estar solo y lejos de lo conocido. Sí, y todo resulta más fácil, más llevadero, es un elemento familiar dentro de todo lo que resulta tan ajeno y distinto.
Todo lector, en sumatoria, ha dejado varios salarios en la librería. En nombre del Libro. Dólares invertidos en ese libro que tanto espera, o las horas abstraído en la tienda revisando títulos y anotándolos para, cuando los ahorros sean más abultados, poder comprarlos. Sí también son el regalo fácil, el que -casi- nunca defrauda.
Todo lector, intenta, entusiasmar a los demás con una actividad: la lectura. Cuyo eje principal es un Libro. Incansablemente, insiste en recomendar títulos, aquellas novelas que le generaron algún tipo de emoción, análisis rápidos de las razones por las cuales un libro puede interesarle a un individuo con determinados gustos. Sí y también los demás aceptan ese juego, asienten y puede que eventualmente alguien le haga caso. Su misión habrá sido cumplida.
Todo lector, y no se puede discutir, vive en otras culturas, en otras épocas y en otras personas. Sucede mientras se lee un Libro. Hay una conexión entre la novela y el lector que surge de la experiencia con personajes dispares, disfuncionales, simpáticos, que los hacen reír y emocionar, con los que se identifican o a quienes aborrecen. En países tan extraños y en tiempos donde los códigos sociales eran distintos. Sí, el lector se sumerge en eso y no puede salir de esas relaciones quizás nunca pero se siente satisfecho por todo lo aprendido.
Todo lector alimenta su imaginación y su capacidad de análisis. El Libro genera esto. La exigencia de mantenerse concentrado en un tema, en pensar en aquello que el autor buscó explicar, el trasfondo de una historia, los sentimientos y acciones de los personajes. Sí, se vuelve un individuo analítico, pensante, un ser de sabiduría que no se enseña, se aprende con el ejercicio continuo.
Todo lector, hoy, se une a celebrar el Día del Libro. Cervantes y Shakesperare, dos emblemas indiscutidos de la literatura han sido el puntapié para establecer esta fecha como la de la celebración de las letras. No sólo se busca incentivar la lectura, sino también homenajear a todos aquellos que se dedican a este mundo: escritores, traductores, editores y lectores. Todo un engranaje que debe combinarse para ofrecer arte y hacerlo llegar a las multitudes que juzgan títulos.
Exedra Books se une a la celebración del Día del Libro con un 50% de descuento en títulos seleccionados, tanto en inglés como en español. ¡Los esperamos!